El Filial sumó una nueva jornada puntuando tras el trabajado punto conseguido en el campo de la Vilanovenca. En un terreno de juego donde era difícil combinar por el suelo, el Andorra B se supo adaptar a un encuentro donde el balón pasó poco por el medio del campo y consiguió un empate que habría podido convertirse en triunfo con algo más de acierto en la definición final o si alguna de las controvertidas decisiones arbitrales hubiera caído a su favor.
A los de Álex Rodríguez les costó unos 20 minutos adaptarse a las particularidades del duelo y eso lo aprovechó el conjunto del Pla d'Urgell para amenazar con dos claras ocasiones. En el 15', el delantero local se plantó solo ante Ángel, que evitó el gol con una gran parada... y cinco minutos después, fue un defensa tricolor quien desvió el balón bajo palos. Poco a poco, el Filial se fue asentando sobre el terreno de juego y, con un Tiago muy activo, tuvo sus opciones de abrir la lata. De hecho, el atacante tricolor, que se entendió muy bien con el debutante Francisco, tuvo hasta tres oportunidades claras, pero entre el portero y la falta de puntería el marcador siguió igual.
Pero la jugada más polémica y que habría podido cambiar el desarrollo del duelo llegó a la media hora de juego cuando un defensa salvó con las manos el gol de Francisco, pero el árbitro no quiso saber nada de la acción Así se llegó al descanso y, en la reanudación, todo siguió más o menos igual. Miki, en una jugada de estrategia, remató rozando el travesaño, mientras que la Vilanovenca replicó en otra ocasión clara tras un servicio de esquina. Pero en el minuto 72', en una falta lejana colgada al área, llegó el 1-0 local que lo trastocó todo.
Entonces, el Andorra B situó a dos delanteros y fue a por todas a buscar el empate. En un pase largo, Marc Aranyó peinó y el disparo de Tiago volvió a topar contra el cuerpo del portero. Pero en una jugada muy similiar en el minuto 78, Tiago esta vez sí acertó e hizo el 1-1. A pesar del empate, los tricolores no se detuvieron ahí y aún antes del final, Marc Aranyó se plantó solo ante el guardameta y, antes de entrar al área, éste le derribó evitando lo que parecía un gol cantado.
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