Victoria importante y reconfortante del Juvenil, que ganó con sobriedad al Guissona, equipo situado en la zona alta de la tabla. Los de Richard Imbernón venían de caer por la mínima en la visita la semana pasada del segundo clasificado, el Mollerussa, en un partido bastante completo pero sin suerte en el resultado final, y se sacaron la espina con una actuación excelente.
Y es que a pesar del peligro en ataque de los de la Segarra, los tricolores fueron mayoritariamente dominadores del partido, que se acabó resolviendo en una gran segunda mitad. Y esto que apenas en el minuto 2 del primer tiempo, el Andorra se avanzó por medio de Thiago. A partir de aquí, los del Principado se hicieron con el control de la pelota, si bien es cierto que los visitantes hacían daño al contraataque y se mostraban inmensamente peligrosos cada vez que cruzaban el medio del campo. Tanto es así, que pasada la media hora de juego, el Guissona consiguió volver las tablas en el marcador (37'). A pesar del empate, el Andorra reaccionó bastante bien, y todavía antes del descanso vio como le anulaban un gol por fuera de juego.
En la reanudación, el Juvenil movió el banquillo para intentar frenar el peligro del Guissona en las transiciones y los cambios surgieron efecto. Los tricolores siguieron dominando, pero sufrían menos cuando perdían la pelota y esto hizo que el juego se fuera decantando cada vez más hacia la portería visitante. Así, en el 54', Gino anotó el 2-1 que, esta vez sí, subió al marcador, y un cuarto de hora más tarde, en un rápido contraataque, Thiago hizo el 3-1 que acabó de romper el encuentro.
Y es que el gol dejó tocado de muerte al Guissona, que se vio incapaz de reaccionar y esto lo aprovechó el Andorra para dominar a placer y acabar de sentenciar en el último minuto del tiempo reglamentario, con un centro-chut de Èric Palau que se fue envenenando hasta convertirse en el 4-1 definitivo.
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