Que el Filial ha conseguido darle la vuelta a la mala dinámica de resultados es un hecho consumado y que acabó de quedar demostrado en este fin de semana atípico en que la Andorra B aprovechó la jornada de descanso para recuperar los dos partidos que tenía pendientes. Y si el viernes los de Àlex Rodríguez vencieron al Balàfia, el domingo repitieron victoria contra el Pardinyes, y de manera contundente y épica, jugando todo el segundo tiempo con un hombre menos.
Y esto que en los primeros minutos se vio muy claro que no sería fácil. Las piernas pesaban todavía del esfuerzo del viernes y en el minuto 10 todavía quedó más patente con la lesión de Peris. El equipo estaba lento, sin ritmo y le costó casi todo el primer tiempo interpretar la superioridad de los visitantes en el medio del campo. Aun así, en este primer tramo de dificultades, los tricolores disfrutaron de dos ocasiones claras para abrir la lata: en un uno contra uno, Toze topó con el portero; y unos minutos después, solo en el segundo palo, Leandro remató por encima el larguero.
A la media hora de juego, segunda mala noticia en forma de lesión, en este caso de Rodrigo. Y si la primera mitad solo había llevado malas noticias, la segunda no empezó mucho mejor con la expulsión de Rente a los cinco minutos de la reanudación. Por si no había suficiente con la fatiga acumulada, tocaba afrontar todo el segundo tiempo con un hombre menos. Pero paradójicamente, fue entonces cuando llegaron los goles tricolores. Y es que en un buen pase a la espalda de la defensa, Tiago abrió la lata justo después de la expulsión (51’). Y todavía sin tiempo para asimilarlo, Xexi amplió la ventaja unos minutos después.
Parecía mentira pero con un jugador menos fue cuando el Andorra fue superior a su rival. Seguros en defensa, los tricolores no sufrieron para conservar la renta en la última media hora y ampliaron el marcador después de una buena presión que permitió a Xexi, casi sin ángulo, anotar su segundo gol. Y el 3-0 todavía habría podido ser más amplio si no llega a ser por el portero visitante que salvó una ocasión clarísima de Tiago.
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