El Andorra ha cerrado la liga con derrota en el campo del Linense en un partido sin mucha historia, al menos por el cuadro visitante. Los tricolores, hoy de coral, han pagado cara la efectividad local en el remate final y no han podido competir por la victoria a pesar del gol de David Martín a las postrimerías del primer tiempo.
El Andorra ha querido ahogar el empujón local inicial a través de largas posesiones y lo ha conseguido. Los tricolores han podido esconderle el balón al Linense en el primer tramo del partido, pero sin conseguir trasladar el juego a campo contrario. Y esto a la larga lo ha sabido aprovechar el conjunto del campo de Gibraltar, que se ha mostrado efectivo en las dos llegadas que ha tenido. Primero Leandro ha superado a Josele con un disparo ajustado (15’) y, ocho minutos después, Coulibaly ha hecho el segundo con un chut cruzado desde dentro del área.
Los goles eran fruto seguramente del diferente nivel de deseo de ambos equipos porque, en cuanto al juego, el Andorra no había sido tan inferior a su rival como para encontrarse dos goles por debajo antes de la media hora de juego. Pero a pesar del 2-0, los de Eder Sarabia no han perdido la cara al partido y finalmente se han encontrado con su gol en un buen centro de Iván Gil hacia Rubén Enri que ha acabado aprovechando David Martín para, a placer, recortar distancias (42’).
Efectividad máxima de ambos equipos, que en el inicio del segundo tiempo han salido más animados. De hecho, ya en el 48’ Riverola lo ha probado en un tiro lejano que se ha envenenado en un mal bote y, unos minutos después, Josele ha tenido que salir a los pies de Coulibaly para evitar el tercero. A partir de aquí, el duelo se ha calmado un poco hasta que en el 70’, en la salida de un córner, Jesús Muñoz se ha impuesto a la defensa visitante para sentenciar el partido. Y es que desde entonces hasta el final, solo un disparo seco de Marc Fernández ha podido cambiar el marcador.
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