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Primer Equipo

La expulsión condiciona el partido

El Andorra ha caído en El Alcoraz en un partido condicionado totalmente por una jugada: en el minuto 27, Alende ha visto la tarjeta roja directa para hacer una falta siendo, según el colegiado, el último hombre y, a partir de ahí, el duelo ha cambiado totalmente. Para hacerlo aún más cruel, el Huesca se ha avanzado en la acción inmediatamente posterior y los tricolores se han quedado sin opciones.

El inicio del conjunto de Eder Sarabia ha sido bastante bueno controlando el partido y moviendo al rival de un lado a otro. De llegadas al área, muy pocas, si bien Jandro, tras una buena acción individual y de combinar con Rubén Bover, ha tenido una opción bastante clara pero un defensa local ha bloqueado su disparo.

Una roja que lo cambia todo

De los aragoneses, por su parte, muy poca presencia cerca del área de Nico Ratti hasta que todo ha cambiado en una acción aislada. El Andorra ha perdido un balón en medio del campo, Alende ha cortado el peligro haciendo falta a Obeng y el árbitro le ha expulsado por cortar una acción manifiesta de gol. José Marsà se encontraba más cerca de la portería que el delantero azulgrana, pero el árbitro no lo ha considerado así y, casualidades de la vida, el VAR no ha entrado para corregirlo.

Para empeorar aún más la situación, en la misma falta, el Huesca ha colgado el balón en el área y Obeng ha abierto el marcador con un gol que ha dejado muy tocado al Andorra. A partir de ahí, los locales han jugado a placer, han llegado con peligro y habrían podido doblar la ventaja antes del descanso. Nico ha salvado muy bien un remate a bocajarro de Elady y, en los últimos minutos, el palo ha repelido el disparo de Gerard Valentín.

En la reanudación, los tricolores han seguido incapaces de acercarse con peligro a la portería de Álvaro y todo se ha acabado cuando Elady, en otra acción a balón parado, ha sentenciado con el definitivo 2-0.

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