El Filial sumó su segunda derrota consecutiva en otro desplazamiento complicado. En un terreno de juego de reducidas dimensiones y en bastante mal estado, los tricolores hicieron un partido bastante serio dadas las circunstancias, pero acabaron sucumbiendo a causa de dos tantos en el último tramo, el primero en un penalti muy riguroso.
Teniendo en cuenta la situación, el Andorra B salió al campo con la intención de que pasaran muy pocas cosas. Bien plantado sobre el terreno de juego, los tricolores intentaban crear peligro en rápidas transiciones de Roger y algún balón colgado en el área, aunque sin demasiado éxito. Por su parte, el Bellcairenc lo probaba también con juego directo, pero el Filial tenía el partido bien controlado. Solo en un saque de banda peinado en el segundo palo, los local lograron crear peligro, pero Gelako salvó bien el remate.
Lucha y disputa
En la reanudación el partido no cambió mucho. Mucha pelota larga, mucha disputa y mucha segunda jugada, pero de aproximaciones peligrosas a las áreas muy pocas. Así pues, todo parecía que podría decidirse por pequeños detalles y así fue. Ya en el minuto 81, el árbitro pitó penalti por unas manos involuntarias de Rui y, desde los once metros, el Bellcairenc no falló.
Inevitablemente, aquí, el partido se abrió, sobre todo cuando los locales se quedaron con un jugador menos apenas unos minutos después. Con superioridad numérica y por detrás en el marcador, el Andorra se lanzó en busca del gol del empate, pero la tensión marcó los últimos compases del encuentro y los tricolores no encontraron la forma de acercarse con peligro en la portería rival. Y con el equipo buscando el gol, los locales hallaron la sentencia en una falta colgada en el área en el tiempo de descuento.
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